Tras pasar un fin de semana en mi casa con mi gente, vuelvo a Madrid . La otra tarde, encontré una caja donde había guardado miles de recuerdos de cuando era algo más pequeño. La abrí y me puse a leer todas aquellas cartas y notitas, a ver fotos que no tenían mucha calidad debido a la cámara con la estaban echas, pero que, sin duda, ,me mostraban cómo habíamos cambiado.
Mientras tanto, recordaba también momentos de cuando era pequeño: los domingos por la mañana pegado al televisor viendo los dibujos animados, cuando mi madre me contaba historias antes de dormirme, los nervios de la noche de Reyes, etc ... Y pensé: ¡ Ojalá y volviera a esa época ! . Y es que es así, en aquellos años nuestros problemas eran insignificantes, no teníamos ninguna preocupación, éramos muchísimo más felices y disfrutábamos con la mayor tontería del mundo.
Pero irremediablemente, los tiempos cambian y poco a poco nos vamos haciendo mayores, y eso es directamente proporcional a la gravedad de nuestros problemas.
¡ Por aquellos años inolvidables !
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